Aunque la acción real no es solamente un fenómeno de Japón, Disney también ha adaptado sus clásicos con personajes de carne y hueso, la pregunta es: ¿por qué en Japón se adaptan tantos animes? En una entrevista para Yahoo! News Japan, el actor del Live Action de Ghost in the Sell, Takeshi Kitano, dijo:

"Es porque si haces un manga en una película, la gente va a verlo", "eso es. Las compañías cinematográficas no tienen el valor de gastar dinero en guiones desconocidos”.

Y lo cierto es que, siendo Japón un país cuyos habitantes son lectores compulsivos de manga, al menos, en un 95% de los casos, el manga pasa a serie anime y, si esta adquiere gran éxito, la obra sube un último peldaño y se convierte en un live action, ya sea cinematográfico o televisivo. Así alcanza todos los medios a los que podía aspirar; y ello es lógico si tenemos en cuenta que es poco arriesgado hacer una apuesta por la adaptación de algo que trae consigo una numerosa fuente de fans dispuestos a pagar por verlo.

El fenómeno de Acción Real ha causado tanto gran repercusión. Tanto es así que ya no son solo las productoras encargadas de llevar a la gran pantalla las series y películas de estos personajes en carne y huesto. Hollywood ha metido mano últimamente en este tipo de entregas; eso sí, no con mucho éxito.

Aún así, los consumidores de manga prefieren una serie anime que un live action; entre las razones que alegan, están las siguientes: el bajo presupuesto da lugar a películas o doramas de poca calidad; un live action difícilmente puede recrear los escenarios y los mundos de fantasía mangas; los actores japoneses interpretan papeles de occidentales, con lo que se pierde credibilidad y, en algunas ocasiones, los live action se alejan del manga que los origina y la historia cambia tanto, que poco o nada tiene que ver con aquella que les dio vida.

El Cosplay (unión de costume play, "juego de disfraz") es una especie de juego en la que los cosplayers, que son las personas que lo llevan a cabo, se disfrazan de un personaje de un determinado anime, videojuego o película. El fin de este juego es mimetizarse con los personajes que quieren representar; para ello, no se dedican unicamente a copiar su vestimenta sino a hacerlo también con la personalidad. Pensar, sentir, actuar...como los personajes que representan mientras estén disfrazados es el fin de los cosplayers. De esta forma, se ha creado una comunidad, la comunidad de los cosplayers. Los cosplayers han generado una cultura, una nueva forma de vida. Desde el año 1970, en el cual comienza a desarrollarse este fenómeno, el número de personas con esta aficción ha aumentado. No es complicado ver cosplayers en las distintas celebraciones e incluso en los grandes estrenos de cine.

Esta forma de vida, ha llegado a convertirse prácticamente en un trabajo para muchos. Aquellos que tienen mayor éxito, hacen sesiones de fotos e incluso tienen seguidores que les siguen a todos los eventos a los que asisten. Se hacen incluso concursos de cosplayers tanto nacionales como internacionales valorando todas las aptitudes nombradas. Esta repercusión se ve más reflejada en los jóvenes que se sienten identificados dentro de una comunidad. El fenómeno del cosplay se lleva mucho más lejos en Japón donde existen incluso bares o restaurantes cosplay donde los camereros disfrazados atienden a los clientes; este trabajo se lo toman tan en serio que pretenden que sus clientes disfruten lo máximo posible de su estancia y contacto con los cosplayers.